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Por: Pedro Morales, Perú
Lima, 13 de marzo de 2025.- Pedro Castillo ya es famoso en todo el mundo. Sin disparar un solo tiro contra la plaga de corruptos en el país, dejó que sus enemigos, lo llevaran como trofeo de guerra hacia el penal de Barbadillo.
No tenía otra salida Castillo, porque Palacio de Gobierno estaba rodeado de la prensa carroñera y a pocos metros en la Av. Abancay, hervía el nido de “sabandijas”, que lo mantenían en vilo con la vacancia presidencial.
Castillo, a quien el mundo real se le había puesto cuadriculado, habría analizado con su yo, lo siguiente: no contaba con una organización política con capacidad de movilización y lucha en las calles; el poder popular estaba disperso y existía una represión policial contra los líderes sociales que no querían arriesgar el pellejo; la extrema derecha, la izquierda reaccionaria y el Poder Judicial serían quienes lo llevarían al final de su mandato.
Castillo, no podía seguir soportando la tortura y la presión mediática. La extrema derecha y los empresarios iniciaron una campaña de demolición utilizando la televisión, la prensa escrita, radial y las redes sociales, y hasta las iglesias de diferentes denominaciones, que echaron leña al fuego para quemar políticamente a Castillo.
Pedro Castillo Terrones, perteneció al Comité de Lucha en la huelga magisterial del año 2017, siendo elegido por el Comité Nacional de Reorientación del CONARE- SUTEP, por lo tanto, no era un advenedizo y menos un pelele, como lo hicieron creer a la población los medios de comunicación y las ONGs, que defienden el capitalismo salvaje.
El Plan de Castillo de ridiculizar al Estado corrupto
La caída de Castillo, fue tan violenta, como aquel día que García se pegó un tiro en la cabeza, por escapar de la prisión preventiva. Su mensaje fue sorpresivo pero rápido. Su salida de Palacio, fue veloz. Su detención con fusiles de guerra, ocurrió en segundos y sin poner resistencia frente a sus captores. El vuelo que lo llevó en helicóptero hacia Barbadillo fue express. Castillo se entregó a las garras de sus enemigos, como una mansa paloma, pero con un plan que recién se viene develando.
Castillo, creemos que sabía del costo social, pero no en la envergadura de más de 60 muertos y miles de heridos. Él estaba seguro que su detención era ilegal y su vacancia inconstitucional.
Castillo, era consciente que tenía que padecer muchos meses de encierro y luego ser exhibido públicamente por la prensa carroñera. Era cuestión de tiempo que su figura saliera a flote nuevamente y que sus enemigos políticos considerados por la opinión pública como estafadores de la democracia y la liberad; queden al descubierto una vez más.
Ahora vemos y escuchamos de boca de Castillo que su juicio es parte de una pantomima de personajes con la cara enharinada que se vuelven repugnantes, para los millones de peruanos que lo llevaron al triunfo presidencial el año 2021.
El régimen fascista sostenido por las Fuerzas Armadas y el cogote de la charlatanería de la extrema derecha y sus aliados de la izquierda reaccionaria; están llenos de terror y rabia, porque Castillo, los puede desaparecer con el 16% de intención de votos que tiene de sus electores en potencia.
El Poder Judicial está más que acelerado para sentenciar a Castillo lo más antes posible. La consigna es condena y cárcel. No van a permitir que Castillo, sea candidato desde la prisión como lo fue el dos veces gobernador de la región Cajamarca, y ex candidato presidencial Gregorio Santos Guerrero, que se convirtió en un peligro para los intereses del gran capital y la extrema derecha en el Perú.
Castillo, ha puesto al descubierto el lado oscuro de la política de Estado, constituido por ladrones y estafadores, que lo único que les queda es seguir con la farsa de aparentar que los peruanos viven en “democracia y libertad”.
Ahora muchos quieren ser amigos de Castillo
Ahora que Castillo, determinó poner en riesgo su vida con la huelga de hambre en el penal de Barbadillo. Todos sus enemigos y los que no lo querían, ahora salen a la palestra con pronunciamientos y comunicados a favor de él.
¿Y por qué no lo hicieron antes? El cálculo político que es oportunismo es conocido en el Perú. Existen miles de dirigentes y líderes políticos perseguidos y encarcelados por el Estado, que fueron descartados y abandonados a su suerte por los partidos que se consideran de izquierda.
Mientras Castillo juega sus mejores fichas desde su encierro injusto y su linchamiento político por la extrema derecha y la justicia politizada; el pueblo prepara una respuesta radical en las ánforas el año 2026.
Una respuesta contundente que posiblemente sea parte del fin de la extrema derecha que sacará las guerras y los colmillos, para no perder sus curules en el congreso de la republica que les genera ganancias y el control total del Estado peruano.
Castillo en estos momentos estará pensando que ya no se pertenece, sino que su vida y su futuro, ahora está en manos del pueblo; porque así, como lo llevaron a Palacio de Gobierno, de la misma manera, lo verán salir en libertad: muerto o triunfante.
Fotografía: People’s World