En las líneas siguientes del artículo de hoy me refiero sobre un tema que concita mucho interés: Los Censos nacionales y las nacionalidades y pueblos indígenas, a propósito del censo que debió realizarse en el año 2020, postergado para este 2021, el cual también se encuentra en compás de espera.
¿Qué sabemos sobre los censos de población?
Los Censos de población son actividades muy antiguas que realizan los gobernantes desde hace varios siglos en distintas naciones del mundo como por ejemplo Babilonia, la antigua Egipto, la milenaria China entre otras. En los Andes hace más de 600 años los Incas emplearon un sistema de conteo y administración decimal de la población, agrupada en familias o Ayllus y que estaba dirigido, en la base de este sistema, por los Chunka Camayuk o administradores de diez familias.
Pero, ¿para qué sirven los Censos de Población?
Desde la antigüedad los gobernantes de las naciones han estado interesados en encontrar las mejores formas de administrar su régimen y por eso dispusieron que se cuente a la población que habita en su territorio. Para eso han querido conocer, entre otros aspectos, cuántas personas habitan en ese territorio, a qué se dedican, de qué viven, si poseen bienes o no, qué edad tienen, si están en condiciones de trabajar, son esclavos o son hombres libres y, también saber su capacidad de pagar contribuciones o impuestos.
En la era moderna los censos de población se empiezan a realizar de manera sistemática y continua a inicios del siglo XIX en Estados Unidos y en Europa, con el mismo fin de administrar a la población de su territorio. Sin embargo, la diferencia con la antigüedad es que las temáticas de interés que se investigan en los censos se multiplican, y se busca tener cada vez más precisión estadística en los resultados para orientar mejor la intervención del Estado en la sociedad, vista como un todo.
¿Y con relación a los pueblos indígenas cual ha sido el propósito de aplicar los censos de población?
En el país, en la época de la colonia y parte de la República los miembros de las comunidades indígenas eran contados de uno en uno por los hacendados, el clero o funcionarios del gobierno, con el fin de establecer y mantener estadísticas sobre el número de contribuyentes para el pago de tributos, el empleo de su mano de obra gratuita, y conocer su situación como personas libres o en condiciones de servidumbre. Incluso en la República hasta avanzado el siglo XX, el conteo con fines de administración e intervención estatal en varios territorios rurales del país se continuó realizando de manera discriminatoria hacia los pueblos indígenas en desmedro de su condición socioeconómica, cultural y política. Años más tarde, el Estado ecuatoriano a fin de ahorrarse inconvenientes en la administración de la población originaria, simplemente excluyó e invisibilizó la categoría de indígena de las estadísticas censales.
Iniciada la segunda mitad del siglo XX, el discurso de los Estados incluido el Ecuador, cambia hacia los pueblos indígenas, sobre todo por la influencia de organismos internacionales como la OIT y las NNUU. Ahora los gobiernos afirman tener un interés sobre el conocimiento de la situación de lo que ellos llaman las poblaciones indígenas para su regularización e incorporación a las sociedades nacionales. Se interesan por las condiciones de exclusión y empobrecimiento histórico que afecta a gran parte de la población indígena y declaran su disposición a formular políticas y programas sociales destinados a mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, es 1990 el año en el que por primera vez en la historia de los censos del Ecuador se emplea la categoría indígena para caracterizar un segmento de la población cuyas condiciones socioeconómicas y culturales no han sido del todo descifradas por la institucionalidad en términos estadísticos para su mejor administración. Luego vinieron los censos de 2001 y 2010 donde se determinó que quienes se auto-identifican como parte de los pueblos indígenas viven en todas las regiones del país, y se identificó que la mayoría de su población vive aún en el área rural. Se contabilizó y agrupó a la población según su denominación propia, es decir como pueblos y nacionalidades indígenas y se observó un incremento de la población indígena de 830.418 en 2001 a 1.018.176 en 2010. Según este censo los pueblos y nacionalidades indígenas representan el 7% de la población total del país.
No obstante, las preguntas que surgen son varias, ¿ha cambiado el propósito inicial de los censos en el país en relación a los pueblos indígenas?, y por otra parte ¿se han implementado políticas o acciones en función de las estadísticas, que modifiquen la histórica situación de empobrecimiento, exclusión y dominación de la que es objeto este segmento de la población ecuatoriana?
Por: Pachakutik Macas. Kichwa-Saraguro. Foto portada: INEC Ecuador. Septiembre 20 de 2021.