Según la memoria colectiva de los Pueblos y Nacionalidades del Abya-Yala y las fuentes consultadas, Inti Raymi es la celebración de la pascua del sol (yaya inti) en relación con la (Pacha Mama) o madre tierra. La pascua del sol y la tierra se cumple en relación directa con la la pascua de las personas y pueblos que han decidido pasar desde un estado de mediocridad hacia la plenitud de la vida, como expresión del Sumak Kawsay, según el contexto histórico de cada época (Pachakutik).
La celebración del Inti Raymi, incluye el cumplimiento de retos planteados en la historia, con lo que los individuos y los pueblos empiezan a brillar como el sol, es decir, las personas después de la celebración contarán con mayor seguridad en sus vidas y por ende una mayor incidencia positiva en la sociedad en su conjunto. Esta celebración coincide con el solsticio de verano alrededor del 21 de junio de cada año, día en el cual, el Kapak proclama a las mujeres escogidas (akllas) y realiza la presentación pública de los resultados alcanzados durante el año (rendición de cuentas), como ofrenda al Tayta Inti. Siendo la Celebración del Inti Raymi un espacio de rendición de cuentas, es motivo principal de una gran algarabía, esta aseveración coinciden con los datos que sostiene Glauco Torres, quien textualmente dice:
“El Inti Raymi o fiesta solemne del sol se celebraba en el Cosco por el mes de julio (téngase en cuenta que el Inti Raymi era el séptimo mes que comenzaba el 15 de junio terminando el 15 de julio, por lo que algunos autores lo interpretan por el mes de junio y otros como Garcilazo como mes de julio), como agradecimiento a su padre y dios por haber creado su primer padre y protector Mancu Cápac Inka. Asistían todos los capitanes y curacas del imperio, no obligados, sino por su fe. Si se encontraban imposibilitados en ir, enviaban como representantes a sus hijos y hermanos, en compañía de los nobles del pueblo, pues en dicho acontecimiento, la presencia del Inka era imprescindible”[1].
Según el mismo autor:
“Una vez congregados, los personajes de mayor importancia del reino, siempre estaban bajo la coordinación directa del inka, si este no estaba ocupado en guerras o visitas a su Reino. Las ceremonias lo realizaba el propio Rey Inka, aunque siempre había Sumo Sacerdote, éste debía ser de la misma Sangre, porque siempre debía ser hermano o tío de los legítimos de padre y madre”[2].
En este contexto, para los pueblos y nacionalidades originarias del Ecuador, el Inti Raymi 2022 cuenta con el reto de alcanzar el respeto a sus derechos consagrados en la Constitución del Ecuador que está en vigencia. Esto permite pasar de un estado de vulnerabilidad provocado por el retorno de las políticas neoliberales que desconoce la calidad de ciudadanos ecuatorianos a los habitantes de los pueblos originarios, hacia la práctica del Sumak Kawsay. Se aspira pasar de un estado de miseria, inicialmente en el campo mismo y posteriormente, formando los cinturones de miseria de las grandes ciudades, hacia un estado de bienestar.
En este escenario, al gobierno de Guillermo Lasso le quedan dos caminos: continuar declarando la guerra a los pueblos originarios que por más de 500 años han resistido o generar políticas públicas interculturales en el marco de la ¨Democracia¨ que mucho se pregona. Si no se genera las anciadas políticas públicas se continuará sin evidenciar ningún resultado concreto relacionado con la posibilidad de una convivencia en paz y armonía.
Mientras los pueblos buscan celebrar el Inti Raymi juntos, muchos se pronuncian que el paro no para; pero nadie, a más de quienes están en el ¨paro¨, se preguntan: ¿Por qué no para el paro? La respuesta es: porque no para las injusticias desde el Estado. Frente a ello salta otra interrogante: ¿Por qué la injusticia de los gobiernos en contra de los pueblos no para?, la respuesta: porque no hay la voluntad política de los gobernantes. El momento que desaparece la injusticia, desaparece el paro y solo queda la posibilidad de una gran celebración del Inti Raymi de manera intercultural.
Para que desaparezca la injusticia, el gobierno de Lasso no necesita dialogar con Leonidas Iza, que tanto teme; solo tiene que entender que combatir a la injusticia en contra del pueblo ecuatoriano, sólo tiene él y no Leonidas Iza. También tiene que entender, según la Antropología, que Iza no es el dueño del Movimiento Indígena, es el vocero principal de todo un pueblo que confía.
Entonces, celebrar el Inti Raymi intercultural, requiere de un Liderazgo de un presidente que tome las decisiones pertinentes para combatir las injusticias, sin esperar negociar con nadie, porque las injusticias no se negocian. Con esta idea concuerda el planteamiento de Jorge Ortiz quien dice: ¨el gobierno debía tomar medidas que podría abortar el paro¨. Efectivamente, si queremos vivir en un Estado de derecho, es obvio respetar los derechos de todos los habitantes del Ecuador, es inconcebible tener que realizar paros o protestas para exigir el respeto a los derechos fundamentales. Por lo dicho, el único responsable para que siga o se detenga el paro es el señor Guillermo Lasso, dependiendo de esta decisión podemos concretar o abortar la posibilidad de celebrar un Inti Raymi juntos de manera Intercultural, a nivel de todo el territorio ecuatoriano.
[1].- Glauco Torres Fernandez de Córdova. Diccionario Kichua – Castellano, Yurakshimi – Runa shimi. Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay Pag. 123 – 124
[2] .- Ibid.
Por: Ángel Polivio Chalán Chalán. Kichwa, Saraguro. Docente universitario. Foto portada: Confeniae. Julio 14 de 2022.