Por: Nelson Atupaña Chimbolema
Kichwa de la Nación Puruhá, Abogado
Septiembre 7 de 2018
Las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador han resistido por más de 516 años de lucha, por el reconocimiento del Estado Plurinacional e intercultural. Debemos partir enfocando que en la construcción del Estado uninacional y unicultural como República (1830) los pueblos y nacionalidades indígenas originarias no fueron tomados en cuenta como actores sociales diferentes, con una civilización rica en culturas, lenguas, tradiciones, saberes y conocimientos; al contrario, el Estado ecuatoriano se constituyó desde la práctica de la exclusión, violencia, subordinación, discriminación, racismo y paternalismo tanto del Estado como de la sociedad. Pero esta situación no fue solo en el Ecuador, sino en todo el territorio de Abya Yala, hoy conocido como América, con población mayoritariamente indígena como Guatemala, Ecuador, Perú y Bolivia, lo cual explica que los pueblos y nacionalidades indígenas llegan al siglo XXI como minorías étnicas – numéricas.
En este sentido con la entrada en vigencia de la Constitución en el año 2008, la naturaleza jurídica-política del Estado ecuatoriano rompió con el paradigma del Estado uninacional preexistente, dando paso al reconocimiento del Estado como Plurinacional e Intercultural. De hecho uno de los logros más importantes en el reconocimiento de los derechos que hace la Constitución es recoger la lucha histórica de los pueblos indígenas como es el Estado intercultural y plurinacional. Así el Art. 1 establece: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico (…).
Este reconocimiento constitucional evidencia que luego de dos siglos de fundación del “Estado – nación”, la misma que fue en el año de 1830, recién en el año 2008, se admite que si bien el Estado es unitario, al interior de esa gran estructura, existe una diversidad de nacionalidades, conformados por comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades. Antes de constituirse el Estado jurídica y políticamente, el territorio ecuatoriano estaba identificado y compuesto por naciones originarias indígenas, cada una de estas con sus propias particularidades lingüísticas, de autoridad, gobernancia, democracia, organización social, modelos económicos, sistemas jurídicos, visiones no de desarrollo sino de vida. Sin embargo, al establecerse el Estado, desconoció todas estas particularidades diversas y se trató de cobijar desde el Estado, un modelo nacional de integración y unificación, donde todos hablen una sola lengua, se practique un solo sistema jurídico, una sola cosmovisión, etc.
De modo que, el Estado plurinacional tiene que ver con la reconstrucción, transformación o la refundación de la estructura del Estado ecuatoriano dominante, en un nuevo y moderno Estado donde su mayor mérito sea articular y poner en vigencia la interculturalidad, empezando por el reconocimiento de la diversidad y las diferencias culturales en la reestructuración del modelo, político, jurídico y socio-económico de las instituciones y de su propia estructura como Estado, donde se respete y se garantice el derecho de las comunidades, pueblos y nacionalidades, donde se aplique el pluralismo jurídico, lingüístico, saberes, conocimientos y cosmologías, orientados a una nueva visión de territorialidad y desarrollo para las generaciones presentes y futuras.
El Estado plurinacional tiene que ver con la reconstrucción, transformación o refundación de la estructura del Estado dominante, en un nuevo y moderno Estado donde se articule y ponga en vigencia la interculturalidad, empezando por el reconocimiento de la diversidad y las diferencias culturales en la reestructuración del modelo, político, jurídico y socio-económico de las instituciones y de su propia estructura como Estado.