
Para los pueblos localizados en o cerca de la línea equinoccial y también para los pueblos del Norte, el día de hoy (22 de diciembre de 2020), el rayo central o rayo focal del sol, alcanzó su máximo alejamiento hacia el Sur, hasta el Trópico de Capricornio, allí los rayos solares están reflejándose verticalmente y por efectos del movimiento de traslación y de la inclinación del eje de rotación de la tierra, los rayos solares empiezan a regresar hacia el centro o sea hacia la línea equinoccial y luego pasarán hacia el Norte; para los pueblos del centro del tiempo y del espacio es el solsticio de invierno, mientras que para los pueblos del sur es el solsticio de verano, porque en las tierras del Sur el sol está reflejando verticalmente; en el polo sur es de día, mientras que en el polo Norte es de noche.
Este constante movimiento de los rayos solares, este alejamiento y acercamiento, este ir y venir desde el punto de equilibrio del tiempo y del espacio o pacha, que está localizado en Katekilla – Kitu, provoca una variedad de climas; por tanto, el ciclo agroecológico del Sur es significativamente diferente al del centro y por su puesto al del Norte; es decir, en cada zona desde Sur a Norte o viceversa, la dinámica de la vida, la dinámica de la espiritualidad son diferentes, porque en el caso de las culturas ecuatoriales y las del Norte, celebramos el regreso de los rayos del sol hacia nuestras zonas, mientras que las culturas del Sur celebrarán la despedida del sol hasta el próximo diciembre.
Si observamos el comportamiento agroecológico de las tierras ecuatoriales o de kitu, en este tiempo del solsticio de invierno, las plantas sembradas en septiembre por el koya raymi o posterior a ella, en el tiempo de la fertilidad, sus germinaciones ya estarán brotando o estarán en deshierbe, es decir es el tiempo de recibimiento de las nuevas plantas, es el tiempo de cuidado sutil de dichas plantas, que están naciendo y creciendo para garantizar la alimentación comunitaria durante el próximo ciclo; por ello, este tiempo es de vital importancia para la vida, es el tiempo o la fiesta grande, porque si descuidamos aquello podrimos sufrir hambruna.
Este tiempo de recibimiento de las nuevas plantas, también es vinculada con el recibimiento o el nacimiento de los nuevos integrantes de la familia concebidos en el Pawkar Raymi; en el imaginario de las culturas ecuatoriales está, que los niños nacidos en este tiempo, serán los futuros líderes, hombres y mujeres fuertes de carácter, frontales y sinceros, firmes para la toma de decisiones, los que guiarán de buena forma el destino de la comunidad, pero también se celebra el recibimiento o incorporación de los adolescentes jóvenes en los quehaceres de la comunidad, así como también el traspaso de mando de unos líderes a otros.
Este tiempo de recibimiento, de nacimiento de nuevas generaciones, de nuevos líderes, fue superpuesta por la iglesia cristiana, con el nacimiento de Jesús y consecuentemente con la navidad y de poco a poco nos han ido sumergiendo en una cultura de dependencia, en una cultura de sumisión, en una cultura regalo-maníaca de esperar regalos de parte de los más pudientes, de los bondadosos, de los solidarios y vamos creando inconscientemente, un imaginario de que eso es normal y dejamos pasar por desapercibido, la transferencia de los conocimientos y saberes propios, la formación del buen carácter, de la autosuficiencia, de los dotes de liderazgo en nuestros niños.
[1] Diccionario Quechua – Español – Quechua, Academia Mayor de la Lengua Quechua, Gobierno Regional Cusco – Perú, 2005.
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