Por: Semu N. Saant / 12-03-2018
Desde su oficialización, 3 décadas atrás, la educación intercultural bilingüe ha batallado por sobrevivir a su extinción, una extinción planeada sistemáticamente durante siglos –a mi parecer-. En Ecuador al igual que en el resto de América Latina, los pueblos y nacionalidades han emprendido acciones políticas y sociales con el fin de transformar los escenarios disponibles sobre sus demandas históricas. La educación intercultural y bilingüe se convierte así en un proceso adjunto y coordinado en la introducción al espacio público de los pueblos y nacionalidades, materializando sus luchas y propuestas socioculturales; durante su periodo de funcionamiento ha sufrido constantes cambios.
Antes de continuar es necesario realizar una aclaración, el término indígena no es pertinente y adecuado en la identificación de los pueblos y nacionalidades del Ecuador, por tanto no existen “indígenas” sino Shuar, Kichwa, Achuar, Awá, entre otros. La realidad socioeconómica de la mayoría de estas poblaciones es dispar en comparación con el mestizo, no se tienen escuelas dotadas con estructuras que garanticen el correcto funcionamiento y/o aprendizaje, los sistemas de salud son precarios o insuficientes, la comunicación y transporte son reducidos. La mayor parte de las poblaciones “indígenas” no tienen una preparación formal adecuada para competir en el siglo XXI, poca es la población que tiene acceso a un estilo de vida “global”.
Entonces, ¿la educación tiene efectos en la política y en la sociedad? Absolutamente, y ésta relación no es unidimensional, lo político y lo social tiene igual influencia en la educación. Es precisamente el factor político el que impulsó la creación de la Dirección Nacional de Educación Bilingüe y el que ahora erosiona el crecimiento del mismo. Ligada a la CONAIE las percepciones y principios fueron adecuados para las décadas pasadas pero se muestran discontinuos en el presente. Es en esta reformulación del concepto educativo bilingüe donde surgen y resurgen las perspectivas sociales.
El peso y responsabilidad de la situación educativa de los pueblos y nacionalidades no se sujeta únicamente a sus decisiones o indecisiones, el sistema educativo nacional contribuyó y formuló estrategias de eliminación de estas pluralidades culturales, manejándose discursos absurdos de “lenguas superiores e inferiores”, que se traducía en una calidad educativa diferente. No hasta hace pocos años se pretendía homogenizar a todas las poblaciones bajo los razonamientos formados en la lengua Castellana, el asunto no es el considerar al castellano como lengua oficial, sino haberlo posicionado por encima de las otras lenguas.
La jurisprudencia ecuatoriana ignoró medidas legales para garantizar el fiel cumplimiento de los derechos humanos de los pueblos y nacionalidades; que la constitución del 2008 y otros instrumentos legales ya visibilicen los conocimientos “tradicionales” es un gran paso. Ha sido necesario tener una base legal para obtener espacios incluyentes, así como ocurrió con las leyes sobre la inclusión de las mujeres y de género. Precisamente en este caso son las mujeres quienes menos oportunidades educativas tienen “El grupo más afectado por el analfabetismo está conformado por las niñas indígenas” (KIVLAK/GIZ, 2011) este dato trasciende a otros niveles de formación.
La introducción paulatina de asignaturas universitarias que contemplen los conocimientos de las nacionalidades es un paso a tener en cuenta para el rompimiento de los estigmas que aun se tiene sobre los indígenas, los estereotipos abundan en pleno siglo XXI, año 2016. Este reforzamiento de los conocimientos indígenas debe darse a todo nivel y en todos los ambientes disponibles, no basta con crear “incentivos” para disminuir la discriminación racial que aún persiste. Bajo esta premisa es necesaria la formación de profesionales comprometidos académica y socialmente a los “tópicos” (por decirlo) de la realidad contemporánea de los pueblos y nacionalidades. Hay que mencionar que son pocas las instituciones que contemplan y acatan los reglamentos sobre la inclusión de personas pertenecientes a pueblos y nacionalidades, hay que recordar que esta “inclusión” debe dejar de considerarse como una dádiva.
Es necesaria una auto-reflexión de las organizaciones sociales y políticas inherentes a los pueblos y nacionalidades del Ecuador, se debe acabar con egoísmos y falsos discursos. El examen de qué es lo que estamos haciendo para crear un ambiente de tolerancia y para todos, es de todos.
Referencias
(KIVLAK/GIZ. (2011). Pueblas Indígenas en Ecuador. 1-16.
DINEIB. (2013). MOSEIB. Quito: Ministerio de Educación Ecuador.
INEC. (2012). El empleo indígena en el Ecuador, una mirada a su situación y estado de ánimo laboral. e-Análisis , 1-21.
Medina Melgarejo, P. (Ed.). (2013). Interculturalidad activa: vamos a aprender maya. México: Universidad Pedagógica Nacional.
La educación: entre política y sociedad, artículo de Semu Saant en Riksinakuy (https://atomic-temporary-17868035.wpcomstaging.com/). 12-03-2018
https://soundcloud.com/user-953423467/articulo-la-educacion-entre-politica-y-sociedad
Muchas gracias mi estimado Fernado
Todo lo que está escrito es verdad, Es que para un buen número de blancos mestizos del Ministerio de Educación y de todo el país, mientras más educación han recibido son más renuentes a aceptar la interculturalidad no aceptan que todos somos iguales. Siempre habrá educación competitiva, bancaria, masificadora y elitista. Nunca pusieron en práctica la Educación Intercultural en todos los niveles y modalidades por que al decir de un docente mestizo, -Si dejamos o damos ala para que sean profesionales los «indios» en dónde van a trabajar nuestros hijos?- Hasta este absurdo pronunciaron los no indígenas. Qué te parece?
Saludos
Primero aclararle que el autor del artículo es mi persona, Semu Saant. Me alegra saber que el contenido es de interés, ya que el fin del mismo es poner a colación otra arista de la educación, del sistema de educación en el país.
Si nos referimos a que todos merecemos igualdad de derechos y oportunidades, estamos en lo correcto; hay que precisar que como individuos y pueblos no necesariamente somos iguales ni tenemos
que serlo, son nuestras diferencias y particularidades las que enriquecen a nuestro país.
Como tal la educación también es un espacio desde donde se practica y obiene poder, este poder económico, político y social. Es cierto que en ocasiones los seres humanos actuamos más por intereses personales y egoístas que por sentido común. Se debería incentivar a que todo tipo y sistema de educación se fortalezca, mientras más opciones tengamos, mucho mejor. La EIB ha tenido muchos vacíos, tenemos tareas por realizar.
Slds
Buenos planteamientos compañero.. felicitaciones, saludos desde Imantag – Cotacachi
TI PENKER WARAREAJME KAKARTA