Por: Juan Carlos Illicachi
Kichwa, Nación Puruhá
Febrero 5 de 2018
Volver a vivenciar el Pawkar Raymi, Carnaval Puruhá en las comunidades.
El Pawkar Raymi o Carnaval como popularmente se le conoce, en los últimos tiempos de a poco ha ido perdiendo la vivencia comunitaria. Se ha reducido y se ha limitado a las grandes concentraciones populares, conciertos de música nacional, desfiles y comparsas parroquiales y cantonales, que no ayudan mucho a mantener viva la cultura comunitaria de la Nación Puruhá.
Es notorio y visible, la gente ha perdido el contacto y la relación con la comunidad, la familia y la naturaleza. Los eventos masivos han conducido a la población a ser meros espectadores, pasivos y sin ninguna participación activa.
Estas y otras razones han motivado para compartir una experiencia acumulada como resultado de una vivencia junto a los padres, abuelos y los pocos taitas que aún quedan en la comunidad. Esto sirvirá para entender con mayor profundidad la importancia de volver a vivenciar el Pawkar Raymi o Carnaval.
En la comunidad esta fiesta se vivía con mucha intensidad y significación. Los taitas, las mamas, los guambras y los comuneros, preparaban todo lo necesario con semanas de antelación, buscaban los personajes, los trajes, los instrumentos y los cánticos. En la comunidad de Puesetús Grande, de la parroquia Flores, la mayoría quería representar al Wirakucha. Un personaje que utilizaba el sombrero, cintillos de colores, el zamarro, la makana y el acial. Este último como símbolo de poder y fuerza para los posibles combates carnavaleros y peligros que se presentaren.
Previos al inicio del recorrido, se organizaban en grupos de dos, tres, cuatro o más personas, realizaban una ruta, afinaban el rondín, el rondador, el pingullo y el tambor. Habían los experimentados, los más antiguos, que según cuentan los abuelos dominaban los cánticos, los versos, la poesía y más de 24 tonos en los instrumentos.
Llegaba el día más esperado, el momento de vivenciar de casa en casa, la hora de visitar a la familia, al compadre y a los vecinos de la comunidad. Los Wirakuchas ingresaban saludando con canticos y bailes, como símbolo de respeto y consideración. Una vez adentro, se producía la vivencia, el intercambio de cánticos, aparecían los alimentos, las bebidas y la atención con chicha, el kuchi kara (el cuero de chancho), el cuy y las papas. No faltaba más, estos eran momentos oportunos donde los jóvenes aprovechaban para enamorar a las chicas, con sus cánticos, bailes y la entonación de instrumentos. Para luego, finalmente hacer la retirada con agradecimiento por atención brindada.
La fiesta no paraba ahí, el recorrido recién había iniciado y la ruta estaba trazada. Los Wirakuchas se llenaban de energía, cantaban a los lugares, a los peligros, a las chacras, a la noche y al día. Así continuaban en la larga lista de visitas que les esperaban por algunos días más.
Hasta aquí llega el relato de una experiencia, donde se visibiliza una gran riqueza cultural, que está amenazada, al igual que en la gran mayoría de las comunidades, por el aparecimiento de las concentraciones masivas y de elementos culturales ajenos a lo comunitario y vivencial.
Es necesario entrar en un proceso de revitalización, apropiación y retorno a las prácticas culturales propias, para mantener esa relación del runa con el ayllu, la comunidad y la naturaleza. Será la única alternativa para conservar la cultura viva, que se ha mantenido y se ha reproducido históricamente a través de la tradición oral.
Volver a vivenciar el Pawkar Raymi, Carnaval Puruhá en las comunidades, artículo que Juan Carlos Illicachi nos comparte en Chushik, programa intercultural de Pichincha Universal 95.3 FM y 94.5 FM. 02-02-2018
https://soundcloud.com/user-953423467/especial-volver-a-vivenciar-el-pawkar-raymi
Es importante conocer estos aspectos culturales
Es verdad mi estimado Edison, pero creo que lo más rico es vivenciarlo y para eso hay que retornar a las comunidades, donde aún se mantienen nuestras fiestas. Caso contrario hacer un evento o una actividad sin que haya esa vivencia y participación activa de los actores, se convierten en un mero folclor más. Saludos cordiales.
Hay que hacer una diferencia: Pawkar Raymi y Carnaval a pesar de que sus fiestas caen en las mismas fechas, por coincidencias quizás, no es lo mismo. Tanto su origen, como su significado y celebración tienen distintas connotaciones. Hoy en día, por no conocer la historia y antropología se confunde y se piensa que pawkar raymi y carnaval son lo mismo, cuando no es así.
Saludos estimado Héctor, en referencia a lo que menciona, me permito comentarlas algunos puntos:
En las comunidades la vivencia, lo comunitario, los símbolos, la literatura, nuestros cánticos, los instrumentos y los ritmos del Pueblo Puruhá se visibiliza y aún se mantienen justamente en la época del carnaval, donde se vive con mayor fuerza y profundidad el pensamiento runa. Posiblemente esta sea la razón por la que en los últimos tiempos han surgido iniciativas de varios sectores que pretenden dar un giro a la fiesta del carnaval, posicionándolo con el nombre de Pawkar Raymi en unos casos y el Sisay Pacha en otros casos.
Es verdad que la fecha no se ajusta exactamente, pero, considero que Pawkar no necesariamente debería celebrarse solamente en una sola fecha. La época de florecimiento, de los primeros granos tiernos, aparece meses antes, es toda esa época.
En ese sentido, a toda esta vivencia comunitaria que aún se mantiene en las comunidades se pretende revitalizarlo, potenciarlo y especialmente posicionarlos en los puruhaes, como la gran fiesta del Pawkar Raymi o Sisay Pacha, que efectivamente culmina el gran día del 21 de marzo con la celebración del Muchuk Niña o Nuevo Año Andino. El carnaval como tal dejarlo a que la otra cultura lo siga celebrando a su manera.
Considero que mucha gente, por lo menos de los que conozco tiene muy claro y diferencian bien lo que es el Pawkar Raymi del carnaval. Por lo que me atrevería a decir, no será que hay otra tendencia que busca mas bien Pawkar Raymizar el carnaval???. Bueno, de hecho esto es lleva a un análisis profundo que a parte de quien tenga razón o no, creo estamos en un proceso justamente por encontrar sentido a estos temas. Claro, eso requiere todo un proceso, debate y especialmente de un acuerdo social, que no podemos desconocer.
Soy Marco Paucar Guapi, de la Nacionalidad Kichwa, de la Nación Puruhá, cantón Colta, comunidad Sicalpa-Quishuar Maria Elena. Vivo en Playas Villamil. Es importante mantener y fortalecer nuestra Identidad milenaria, así nos encontremos en el lugar que nos encontremos. Nuestra cultura y vivencias heredadas por nuestros taitas requieren el momento de ser concientizados a fin de perderlos.