Por: Rasu Paza Guanolema
Kichwa Puruhá, Poeta
Diciembre 4 de 2018
Éramos RUNAKUNA y nos hicieron creer que no lo éramos.
Éramos filósofos y nos hicieron creer que no teníamos filosofía.
Éramos hijos e hijas de estas tierras y nos hicieron creer que no lo éramos.
Para convencernos inventaron nombres latinos, griegos, romanos y árabes para las semillas nacidas en estas tierras.
Hasta a mi madre continente AbyaYala la prostituyeron con el nombre de América.
Éramos grandes políglotas y nos hicieron creer que nuestras lenguas no eran lenguas.
Éramos hijos de Tayta Inti y Mama Killa y nos encadenaron con falsas medallas de lata.
Éramos poetas y nos pusieron a escribir y a recitar el llanto de los criminales convictos medievales.
Éramos grandes constructores, astrónomos, arquitectos, filósofos, científicos, literatos, matemáticos, poetas… y lo seguimos siendo.
Al igual que Pachakama y Pachamama, éramos dioses y diosas, pero nos metieron en nuestras cabezas y corazones una imagen pordiosera, estúpida de mendicidad.
¡Éramos felices hasta que nos civilizaron!
Nuestra filosofía no corresponde a ese pensamiento teocéntrico, antropocéntrico, patriarcal – occidental.
Nuestra espiritualidad nada tiene que ver con el cristianismo. Nuestra espiritualidad responde a este gran tejido original milenario, lo sagrado es la trama de la vida misma en sus distintas formas.
Nuestra economía no nació del esclavismo, feudalismo, capitalismo ni socialismo.
¿Quién quitará la venda de los ojos de nuestra gente?
¿Quién nos dirá que nuestros dioses y diosas también necesitan memoria?
¿Quién reconstruirá la memoria de los abuelos y las abuelas?
¿Quién refrescará el aliento de los pueblos originarios?
¿Quién tendrá la sensibilidad de comunicarse, otra vez, con los dioses y las diosas de la sagrada PACHA, nuestra Madre?
¿Quién sembrará la nueva semilla nacida en estas mismas tierras?
¿Quién será capaz de cuidar el nacimiento de esta planta alimentada con la memoria de los abuelos y las abuelas?
¿Será la nueva generación con pensamiento y corazón runa?
Somos RUNAKUNA con una memoria milenaria. No claudicaremos ante los ignorantes, farsantes, asesinos de conocimientos y sabidurías de AbyaYala.
Somos hijos e hijas indomables de estas sagradas tierras.
¿Quién nos dará la cara hasta que florezca y madure el maíz de colores?