
Kichwa-Panzaleo, Comunicador Social, Dirigente de la CONAIE
Foto portada: Pakarina Quintuña
Agosto 16 de 2020
Hablemos sobre la coyuntura interna del movimiento indígena. Existe una clara necesidad de ocultar, tapar, desconocer y maquillar los intereses con los que están tomando decisiones quienes están al frente del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, el brazo político electoral de la CONAIE. Se esfuerzan por poner en cuestionamiento la fuerza y legitimidad de la estructura organizativa ganada con décadas de lucha.
El movimiento indígena desde sus gérmenes luchó y batalló contra la legalidad de los poderosos, instrumento desde el cual instauraban la opresión y dominación con amparo jurídico para acomodo de pocas personas, y ahora, la dirigencia de Pachakutik ha recurrido a ello, como en una verdad absoluta, una «legalidad» para justificar una candidatura presidencial direccionada, coartando la participación de la estructura de la CONAIE: las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador.
La vocería de Pachakutik junto a otras ex autoridades electas han hecho declaraciones en medios de comunicación acusando que «la CONAIE está siendo conducida por el correísmo», tales afirmaciones carecen de sustento. Para hallar la contradicción no hay que hilar muy fino. Los mismos directivos de Pachakutik se amparan en una norma jurídica creada, ejecutada y puesta en vigencia por el correísmo y asumen esa norma religiosamente para legitimar sus intereses. Pachakutik supuestamente está en contra del correísmo, pero acoge la norma jurídica creada en la época del correísmo para combatir a quienes ellos mismos han tildado de correístas. Éste es el trabalenguas que ni Pachakutik logra entender, pero que lo usan a conveniencia.
Esto ha generado un sinnúmero de cuestionamientos a los voceros y voceras de Pachakutik, quienes han argumentado ser víctimas de violencia política y de género, de la “altanería” de ciertas dirigencias jóvenes contra mayores, en una clara relación de poder adulto céntrica, para ocultar el epicentro de la discusión que tiene que ver con la ética, principios políticos e ideológicos.
Quienes estamos en la dirigencia de la CONAIE hemos luchado, no solo ahora, sino desde mucho tiempo atrás, por el derecho a la participación. En este momento electoral pedimos a Pachakutik otorgar la participación estructural a la CONAIE en la primarias con 100 delegados por pueblos y 200 por nacionalidades, porque el camino del consenso está agotado, así procuramos continuar, con quien gane, el camino trazado por nuestros taytas y mamas, como granos de quinua.
Pero la desesperación y temor de poner en riesgo los acuerdos que tienen entre las cabezas de Pachakutik, con actores externos del movimiento indígena que son de la derecha y pseudo izquierda, buscaron legitimar un supuesto consenso entre 26 coordinadores provinciales de Pachakutik, quienes sin consulta en sus provincias han dicho que van por un candidato. Es digno saludar a una «minoría» de coordinadores que cumplieron con el proceso de consulta a las bases en pocas provincias.
Ahora, queda un inmenso trabajo para la organización por reestructurar al Pachakutik, fomentar un proceso de formación política en todos los niveles para que el tiempo electoral no nos emborrache, para así tener la claridad que las elecciones son pasajeras, la lucha social va más allá.