Por: Rosendo Yugcha Changoluisa
Pueblo Kitukara, Comunicador Social
Desde el barrio
Febrero 9 de 2020
¿Cómo descolonizarte para mantener tu sentido comunitario ancestral? El problema sigue planteado igual que en 1990. ¿Hemos avanzando en algo? ¿Qué evidencias tenemos de ello? ¿Qué ha cambiado de ese tiempo acá? En el ir y volver del espacio tiempo las reflexiones desde todos los lados son necesarias, he aquí una desde el barrio.
Se dice que las matemáticas están en todo lado, encerrándonos en el espejismo de la exactitud del ser moderno occidental. Pero, ¿qué hace una sociedad colonizada por el consumo, la búsqueda del éxito y la acumulación individual, cuando la lógica es superada en la cotidianidad inconmensurable de la vida? pues simplemente se engaña a si misma, con la esperanza de ocultar la insoportable incomodidad de la verdad.
Y es que, desde la necedad del pensamiento colonial, hasta somos capaces de intentar cambiar la realidad sin ir a la esencia. ¿Es posible medir la cantidad de afecto necesario para fortalecer la familia o defenderla mediante un proyecto de ley? Estamos tan ciegos que queremos medir lo subjetivo, por pura vanidad, sólo para demostrar que seguimos siendo los eternos reyes de la creación, capaces de controlar, dosificar y modificar todo a nuestra voluntad.
El lenguaje como construcción cultural se ha convertido en un infalible mecanismo colonizador de la realidad, pues se imponen verdades parciales como totales; para lograrlo, se apelan a insistentes ejercicios de repetición que crean tendencias o imponen
otras en lugar de aquellas, siempre a favor de sectores hegemónicos de la sociedad y sus intereses; y en ese afán, los medios de comunicación no pueden ser objetivos.
Luego del levantamiento indígena y popular de octubre del 2019, en el país se evidencia el retorno de una forma encubierta de colonizaje en una enferma y proterva intención de eliminar al adversario fuera del escenario político formal. Lo que sucede ahora en las redes sociales, es un pequeño síntoma de la decadencia de lenguajes y actitudes que acuden a la violencia simbólica para anular la diferencia y desvíar la atención a lo banal y pasajero.
Mantener y fortalecer el vínculo comunitario a través de redes de carne y hueso en los territorios más frágiles con la participación diversa de todos los sectores de la población, es más que una actividad suplementaria, es una estrategia de resistencia civilizatoria anti colonización. Comparto el fragmento de una poesía escrita en abril, revitalizada en octubre y que ahora se resiste a convertirse en panfleto.
“Desamarrar, el pensamiento es aprender a desatar, la trampa colonial. Es construir, el tiempo nuevo entre todos los que sabrán, la tierra respetar.”
Excelente reflexión sobre nuestra realidad y el papel de los medios de comunicación. Estamos atrapados en la lógica colonialista y etnófaga.