Por: Hugo el Búho
Actor de teatro, pedagogo y narrador oral
Agosto 22 de 2020
Pachakutik acaba de implementar unas primarias súper originales. El candidato Yaku Pérez venció sin miramientos y contundentemente al otro candidato, Pérez Yaku. La estrategia de Yaku Pérez fue demoledora. No le dio ni tiempo a respirar a Pérez Yaku, quien sin atinar qué responder ante la abrumadora victoria de su contrincante, decidió aceptar en silencio la derrota.
Pérez Yaku afirmó, en una entrevista a los medios de comunicación, que nunca en su vida había sido derrotado de esa manera. Felicitó a Yaku Pérez, y le deseó suerte en la campaña presidencial. Por su parte, el vencedor de las primarias declaró que jamás se imaginó que él mismo se iba a vencer a sí mismo. Nadie entendió lo que quiso decir, pero lo que quedó claro es que el movimiento Pachakutik reinventó la democracia. De hoy en adelante quien quiera participar en las primarias sólo debe comprarse un espejo para mirar los defectos de su contrincante.
Este ejemplo, sin lugar a dudas, será el camino que recorran los otros candidatos de los demás partidos. Por así decirlo, Guillermo Lasso vencerá a Lasso Guillermo y Otto vencerá a su otro Otto. Quienes pensaban que unas elecciones primarias deberían ser, por lo menos, entre dos contendores, se equivocaron de la Ya a la Ku y viceversa.
Pachakutik, desde hace muchos años no deja de sorprender. Posiblemente su estrategia de primarias será un ejemplo mundial para los demás partidos y candidatos, que no quieran competir con otro, y que prefieran el camino Yaku, o sea, su yo mismo.
Se sabe que mucha gente ha cuestionado a Yaku por la forma en que ganó; sin embargo, él ha dicho que sólo son patadas de ahogado de quienes no saben perder; y que, en aras de la transparencia, personalmente, ha solicitado un reconteo de votos.
En un twitt, de hace días atrás, el vencedor de las elecciones primarias, ha jurado que nunca le interesó ganar, pero ya que los duros de Pachakutik así lo quisieron, aceptará esa nominación, y que nunca de los nuncas la ambición y el poder podrán transformarlo.
Si así son las primarias, cómo serán las secundarias.