Por: Semu N. Saant
Nacionalidad Shuar
Septiembre 14 de 2018
En la política contemporánea términos como deuda, desigualdad, neoliberalismo, son puntuales y álgidos para la comprensión de los movimientos y decisiones a nivel macro que toman los estados. El Estado al ser un ente central en el eje económico de un país adquiere protagonismo con las políticas que pueda tomar, ya que éstas ayudarán a la mayoría de la población o en la misma proporción empeorará la situación de los habitantes. Foucault reflexiona sobre las injerencias de la economía en la política y viceversa, siendo lo neoliberal un concepto que surge y condiciona toda la geo-economía.
El neoliberalismo es el sistema económico donde se antepone el capital, o se lo ve como prioritario frente a otros aspectos que pueden ser necesarios o por desarrollar, en sí tiene muchas características siendo una de las más vistosas el afán de privatizar todos los servicios y bienes. (Murillo, 2011) En sí, bajo un correcto manejo y en circunstancias establecidas el neoliberalismo es funcional, el ejemplo más claro de esto es la realidad hoy en día de Estados Unidos, quien también fuera el promotor de este neo-sistema. Para Von Mises la economía es el juego (competición) de las desigualdades, esto va fuertemente ligado al concepto de la libertad del liberalismo pero con clara participación del dogma neoliberal. El neoliberalismo tuvo su formación como respuesta a la propuesta Keynesiana de la economía, a cuyos bandos se identificaron las naciones globales.
Maurizio Lazzarato visibiliza un punto necesario en la discusión sobre la política moderna: la política y la economía. La separación de estas dos disciplinas con todas sus fundamentaciones y motivaciones son prácticamente nulas, un error de los estudios predecesores quizá fue el tomar a la economía como un factor aislado o puro en su desarrollo y materialización. (Lazzarato, 2005)Sabemos que el estado (o los estados) con sus decisiones afectan y modifican la vida del mismo estado, el factor económico al ser parte también se transforma. Es aquí donde las políticas económicas de los gobiernos encuentran el nexo más visible en la promulgación y exposición de los asuntos económicos y sociales, como la desigualdad y la pobreza. No se puede negar que el mercado, y el sistema comercial funcionan bajo sus propias reglas, generan riqueza y de igual forma pobreza. Pero el objetivo de los estados siempre fue el preservar la sobrevivencia de los ciudadanos, por tanto todo reglamento (sin definir adhesión ideológica) busca acelerar el progreso de sus habitantes, en toda forma posible, quiero decir sin afectar en forma negativa a todos.
Ahora, con la noción presente de que la economía no puede desligarse de la política tratemos de realizar imágenes. El estado es un ente de control, desde inicios del estado moderno. (Foucault) La libertad individual siempre está en constante roce con la libertad colectiva, así como otros aspectos que podemos marcar de forma dicotómica. Lo público y lo privado alcanzan su exegesis como debate político-económico a finales de siglo pasado, aun no podemos decir que ya está esclarecido el ganador, en ningún lugar del mundo, pues los modelos sociopolíticos nos indican que es mejor apropiarse de los mejores valores de cada proyecto ideológico y enriquecerle con el contexto de cada nación, región. Además el estado y el gobierno proporcionan a los individuos el acceso a las nuevas tecnologías y conocimientos, un discurso ligado fuertemente a las vacilaciones de la estructura en una sociedad y de la calidad de vida del mismo. La educación, el conocimiento se convierten en un factor más de explotación y producción, por tanto se ven precisas de ser intervenidas por el sector público, aunque sea en la partitura privada donde mayor efecto tiene la formación y tecnificación de los sistemas.
“Empresa, mercado y trabajo no son potencias espontáneas” (Lazzarato, 2005) Es complicado que la posición de marxistas y liberales sobre el mercado sea fuertemente discutida, la nueva visión nos presenta al mercado como un ente no controlable (o manejable) de forma libre, sino que necesitan precisamente de regulaciones, cada vez con más fuerza. Algo que los críticos de estos sistemas (coloquialmente) han revisado, que no sólo se trata de las posiciones intactas y unidireccionales sino de todo un conjunto macro donde el centro es la sociedad, el mercado, el trabajo, y las empresas son formaciones de los individuos que el estado y estas mismas existencias deben regenerar y mejorar en objetivo de desarrollar la vida de las personas.
Más allá de estos tecnicismos de los sistemas, la política deja sentir su importancia vital cada vez que un reglamente intenta ser traspasado de la teoría a la vida práctica. Como siempre el estado debe velar por la mayoría de las personas (ciudadanos) la democracia alcanza un fuerte vínculo en la promulgación de estos sistemas económicos. (Foucault) La libertad y otros conceptos son frágiles igual que la determinación de un estado por implantar procesos o mecanismo para acelerar el crecimiento de un país. Recordemos que todas estas cuestiones no rebasan la tarea funcional estadística y a pesar de sus orientaciones no se enfocan en la individualidad de las personas, ni el neoliberalismo ni el liberalismo; ya que es el estado quien decide que es libertad, comercio justo, emprendimiento, étc. Países que aparentemente son distintos en materia de política comparten estas falencias o deficiencias naturales, endémicas de las preocupaciones de los estados: Estados Unidos y Rusia. Toda la vida está implantada verticalmente, la formación de las ciudades y sociedades, se refieren exclusivamente a los intereses nacionales e históricos. Por tanto en todas partes, la individualidad nunca ha sido un derecho o una realidad presente. Foucault alguna vez con certeza dijo que la mayoría se impone siempre, recayendo esta frase en la noción de normalidad. En política internacional, las barbaridades técnicas impiden una eficaz toma de decisiones y de cooperación, aun no comprendemos que no existe un solo camino. Y cambiamos los discursos de acuerdo a la conveniencia. Pero para mí el discurso prominente hasta el fin de los días será, el individuo en su libertad puede vivir mejor, el estado y los estados deben luchar para que las fronteras sean más inexistentes y proclives al culmen de la calidad humana. Ecuador tiene que replantear medidas económicas, ligadas a lo social, el neoliberalismo no debe ser una opción, la opción debe hacer lo mejor en contexto de nuestra cultura e historia.
Bibliografía
Foucault, M. (s.f.). Clase del 14 de marzo 1979. En Nacimiento de la Biopolítica (págs. 249-274). México: Fondo de Cultura Económica. Obtenido de https://miusfv.usfq.edu.ec/d2l/le/dropbox/45311/60780/DownloadAttachment?fid=1225399
Lazzarato, M. (2005). Biopolítica/Bioeconomía. Multitudes. Obtenido de https://miusfv.usfq.edu.ec/d2l/le/content/45311/viewContent/377666/View
Murillo, S. (2011). La nueva cuestión social y el arte neoliberal de gobierno. Cátedra Paralela, 9-32. Obtenido de https://miusfv.usfq.edu.ec/d2l/le/content/45311/viewContent/377668/View