En el artículo 2 de la Constitución Política vigente señala que «el kichwa y el shuar son idiomas oficiales de relación intercultural. Los demás idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos indígenas en las zonas donde habitan y en los términos que fija la ley. El Estado respetará y estimulará su conservación y uso».
Desde que el movimiento indígena logró la creación de las instituciones indígenas, uno de los requisitos para ingresar en calidad de funcionarios a dichas instancias, a más del castellano era manejar uno de los indiomas indígenas.
En el Ecuador se hablan 12 lenguas indígenas, por lo que el sistema de educación intercultural bilingüe, entre otras, tiene una de las tareas fundamentales de revitalizar dichas lenguas. Sin bien el Estado ecuatoriano es de carácter plurinacional e intercultural, dista mucho a que este logro se haga efectivo en las diferentes instancias del Estado, que sus funcionarios usen dichas lenguas o que los documentos oficiales sean escritos en lenguas de las nacionalidades respectivas. El sistema judicial, la nomenclatura de las calles de las ciudades, entre otros, por ejemplo, siguen intactos, porque no hay señales que en mediano plazo se realicen campañas de utilizar lenguas indígenas en dichos espacios. De contadas frases pronunciadas por el actual mandatario del Ecuador, ningún otro funcionario de alto rango del gobierno, asume el reto de hablar alguna lengua indígena.
Sin embargo, iniciativas desde otros sectores privados, muchos de ellos comprometidos con la profundidad histórica del país impulsan proyectos con grandes esfuerzos. Uno de estos son por ejemplo cursos breves de aprendizaje de la lengua kichwa. En esta tarea está la organización cultural Diablo Huma, de la ciudad de Quito, por ejemplo. Otros con más aliento como Tinkunakuy, una ONG dedicada al trabajo relacionado al Pensamiento Andino está próximo a culminar un curso para profesores de Kichwa.
Otra de las instituciones como el Centro de Investigaciones Interculturales y Desarrollo Ecológico Cultural «Guanchuro» suma un equipo multidisciplinario de especialistas y profesionales que procuran aunar esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas del país y del continente Abya Yala (Latinoamérica). Esta institución anuncia el arranque de un proceso sostenido de capacitación y formación de líderes con énfasis en conocimiento y manejo de la economía solidaria, el turismo comunitario, las lenguas indígenas y extranjeras. Para Ángel Ramírez, Presidente de esta institución, «Guanchuro» tiene la misión de «investigar, adquirir y difundir el conocimiento colectivo intercultural con base y ética científica y posicionarlo en el concierto mundial de las ciencias y las culturas»