Milton Francisco Morocho Yauripoma
Kichwa-Puruhá, Economista
Enero 11 de 2020
Las políticas económicas son implementadas para mejorar la situación de un país, no para empeorarla; caso contrario estaría fuera de toda lógica científica. Sin embargo, en Ecuador se están adoptando políticas que generan decrecimiento económico, desempleo, desequilibrio de precios, aumento de la pobreza y profundización de la desigualdad social.
En 2019, el gobierno aplicó políticas ortodoxas que perjudicaron a la población ecuatoriana. El golpe de gracia fue la firma del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo, incluso violando los Arts. 418 y 419 de la Constitución.
Los números no mienten y demuestran empíricamente el perjuicio para la ciudadanía:
– La proyección de crecimiento económico en 2019 fue del 1,4% de acuerdo al Banco Central del Ecuador (BCE); 1% según el Banco Mundial (BM); 0,5% conforme al FMI; y 0,9% según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL); es decir, proyectaron un crecimiento mínimo. Y con la firma del Acuerdo, la proyección arrojo números negativos –decrecimiento- (con excepción del BM que proyectó un crecimiento cercano a cero)[1].
– La tasa de desempleo, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en septiembre de 2019 alcanzó el 4,9%, superior al 4% de 2018 (más personas sin trabajo). En el mismo período la tasa de subempleo aumentó del 19,4% al 19,7% y la tasa de empleo adecuado disminuyó del 39,6% al 38,5% (más personas trabajando sin afiliación, con un salario inferior al básico y con mayor a 40 horas semanal).
– La tasa de inflación en 2019 fue de -0,07%; es decir, se presentó una disminución del nivel generalizado de los precios de bienes y servicios respecto al 2018. Pero, la deflación puede ser tan mala como una elevada inflación, ya que los productores no tendrán incentivos para invertir en negocios, provocando mayor contracción.
– La pobreza en septiembre de 2019 alcanzó el 23,9%; superior en 0,9 puntos porcentuales respecto al 2018. De ahí que el gobierno intente contrarrestar estos efectos negativos con el incremento del bono, porque son conscientes que sus políticas provocan degradación social.
El caos social presentado en octubre de 2019, fue la muestra de inconformidad. Protesta social que fue liderada por el Movimiento Indígena a través de la CONAIE, organización que catalizó el desacuerdo a las políticas implementadas. El gobierno no reconoció sus errores y acusó al gobierno anterior, o lo que es peor, denigró a la población calificándolos de zánganos y de no querer trabajar[2].
El gobierno no reflexionó de los hechos de octubre, y continúa aplicando las mismas políticas:
– Intentó aprobar el mal llamado Proyecto de Ley de Crecimiento Económico que pretendía reformar 22 cuerpos legales, violando el Art. 136 de la Constitución. Finalmente, la Asamblea Nacional archivó el proyecto el 17 de noviembre de 2019. Tras el fracaso, envió otro Proyecto de Ley denominada de Progresividad y Simplicidad Tributaria en noviembre y fue aprobada el 30 de diciembre de 2019. Basta decir que no se respetó el procedimiento legislativo establecido en el Art. 138 de la Constitución.
– El Presidente insiste en disminuir el subsidio a la gasolina, con el argumento que ahora lo hará técnicamente y de manera focalizada; lo cual demuestra que nunca hicieron un estudio técnico serio.
En definitiva, el gobierno en el 2020 profundizará las mismas políticas ejecutadas en 2019, entiéndase mayor desempleo, pobreza, decrecimiento y desincentivos para la inversión. Sí es así, nos enfrentaremos a 2 escenarios: 1) protestas sociales y caída del gobierno; o, 2) protestas sociales e incremento de la represión gubernamental.
[1] El BCE ajusto su crecimiento al 0,2 % después de la firma con el FMI, y se espera un ajuste adicional. El BM ajustó al 0,1%. El FMI ajustó al -0,5%. CEPAL ajustó al -0,5%.
[2] Sería bueno recordar que en Grecia también se les acusaba de vagos.