Por: Mauel Luis Cunuhay, Pueblo Panzaleo
8 de junio de 2018
En el marco de la elaboración de la Agenda Local de Género, con la participación de delegaciones de América y Europa, acaba de realizarse, en Cuenca, la IV Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género. Desde la coordinación de la Unidad Iberoamericana de Municipalistas busca entender la realidad actual de la vida de las mujeres en el ámbito social, político y económico.
En ese contexto se presentan las experiencias de las autoridades políticas mujeres alrededor del mundo y la necesidad de la democratización de los partidos políticos para pasar de una ley de cuotas a una ley de paridad. Las mujeres siempre llevan la peor parte en momentos de crisis de desastres naturales o zonas de fronteras. La realidad rural no es la misma de la ciudad.
Cuando una mujer toma la decisión de empezar a involucrarse en la política, se enfrenta inevitablemente al machismo y la exclusión social. Los retos son más grandes, pero cuando hay convicción se va escalando en la política, porque ni en los partidos más revolucionarios las mujeres no figuran en primeros lugares.
Se criminalizan a las mujeres indígenas lideresas por defender los derechos colectivos, es una forma de continuar con la discriminación, lucha inclaudicable para que el Estado no pueda fragmentar más la organización social.
Mantener la defensa de los derechos sociales sobre los intereses políticos es el reto de las mujeres que se convierten en autoridades. Romper con el fundamentalismo religioso y el patriarcado ancestral que se reúsa a hablar de genero por considerarlo un concepto occidental, otra de las urgencias. Hacia la cultura 50/50, es una meta.
Desde los diferentes gobiernos locales han implementado políticas públicas para garantizar la equidad de género, por ejemplo con la creación de unidades de género en cada una de las instituciones. Para poder aportar al desarrollo económico local se han realizado pactos y alianzas entre instituciones para incluir las necesidades de género. Desde algunos organismos como Naciones Unidas se ha desarrollado estrategias para el desarrollo territorial económico con enfoque de género como estrategia DELGEN.
Los tiempos de ahora, no pueden ser tiempos tan solo de buenas intenciones donde el querer pesa más que el poder. Deben ser tiempos donde el discurso pase a hechos reales y consolidados, donde los compromisos estatales tengan una carga presupuestaria para cumplir lo que muchos anhelamos, espacios sociales equitativos donde se respete la vida de la mujer por el simple hecho de ser humano igual que los demás, en todas sus diversidades.