Por: Juan Carlos Illicachi / 03-04-2018
Varias reacciones se han producido en las redes sociales y medios de comunicación a propósito de la celebración del Pawkar Raymi, que se ha realizado en estos últimos meses, especialmente en las provincias del sur del país. Desde la academia algunos intelectuales y conocedores del tema defienden un trabajo de profundización y comprensión de lo que verdaderamente significa esta celebración, mientras que, desde los actores sociales, dirigentes y autoridades locales buscan posicionar el Pawkar Raymi en cada uno de sus espacios, con objetivos particulares y en ocasiones cargado de folclorismo y de aspectos superficiales.
Desde hace algún tiempo atrás los gobiernos autónomos descentralizados, las instituciones locales, cantonales y provinciales han empezado a organizar eventos y actividades en épocas del carnaval, con la denominación de Pawkar Raymi. Estas actividades han centrado la atención masiva, con eventos artísticos culturales, comparsas, concurso de carnavaleros, juegos deportivos, baños de purificación y rituales.
En algunos casos estos eventos se han desarrollado con desconocimiento e inclusive con un tinte más político electoral; en otros casos con todo el conocimiento del tema algunos actores sociales han manifestado su intención de dinamizar y fortalecer las vivencias y prácticas propias de las comunidades (literatura, filosofía, cánticos, bailes, personajes, instrumentos y otros) que solo están presentes con mayor profundidad en estas fechas. Al parecer la intención es posicionar el Pawkar Raymi (al igual que el Inti Raymi se ha posicionado y ha remplazado al San Juan), esto sin desconocer la fecha del 21 o 22 de marzo donde se desarrolla el gran Mushuk Nina.
Este acontecimiento ha causado una reacción desde la academia, especialmente desde la indígena, por la forma en la que se ha llevado esta celebración en los diferentes espacios. Con argumentos muy válidos, por ejemplo, no son partidarios de que al carnaval se le denomine como Pawkar Raymi, ya que consideran que el desarrollo de esta fiesta debe realizarse alrededor de una profunda significación y total entendimiento de los espacios, tiempos y formas.
Es entendible la preocupación de la academia en querer dar sentido a este evento, sin embargo, hay que considerar la presencia de un sincretismo, de una tendencia y una dinámica social que está latente y que justamente está en un punto de definición. Se necesita entonces hacer un proceso de vinculación y de profundización de conocimientos; mediante un trabajo conjunto entre la academia, autoridades locales, líderes comunitarios, líderes educativos y docentes. Esto permitirá que a la larga se produzca la descolonización de pensamientos y un nuevo proceso social.
En esta profundización no hay que perder de vista a la educación intercultural bilingüe, que juega un papel fundamental con un aporte mucho más técnico y de comprensión de la ciencia andina, desde los espacios de aprendizajes. Por lo que es oportuno también resaltar la iniciativa del Ministerio de Educación que durante estos días ha incorporado el Calendario Andino en todo el sistema educativo, como un instrumento de orientación temporal, espacial y astronómica que se inserta en el currículo nacional.
La sociedad está en permanente dinámica, de trasformaciones y los cambios no se producen de inmediato y con facilidad, siempre hay posiciones y tendencias que tienen que recaer en acuerdos sociales para que se produzca una nueva dinámica. Son momentos oportunos y especiales para hacer una minga desde todos los sectores y espacios, para continuar en la profundización de los conocimientos andinos y la construcción de una verdadera interculturalidad.
Pawkar Raymi: Entre la profundización y el folclorismo, artículo de Juan Carlos Illicachi, en Riksinakuy. Lea y escuche (https://atomic-temporary-17868035.wpcomstaging.com/). 03-04-2018