Por: Aymé Quijia Luguaña
Pueblo Kitukara, Comunicadora Social
Noviembre 6 de 2018
La importancia de la memoria oral, es darle el valor a la palabra, a la que nos enseñaron nuestros bisabuelos, abuelos y padres en el mundo andino. Esta es parte de nuestra tradición que enmarca un sinnúmero de saberes, conocimientos, vivencias e imaginarios, que se nos transmiten de generación en generación.
Por ello, la necesidad de darle el lugar que se merece dentro de todo tipo de escritura, artículo, investigación y discusión es vital. La oralidad se ha convertido en un instrumento necesario que brinda las bases para la identidad, la autodeterminación, muchas veces a través de los recuerdos y los presentes, de lo que cada uno somos.
El recuerdo de estar junto al fogón para compartir, dialogar, el sentarse a conversar, a contar cuentos, ese rememorar con nuestros mayores, nos lleva a recordar otros tiempos que han vivido, a sentir esos espacios donde todo era diferente, a una convivencia que fortalece la cultura de las localidades.
Cuando se habla de cómo se elabora las artesanías, no solo implica el producto elaborado, sino también todo su proceso, de cómo se corta la leña, como se la seca, qué se hace para que no se parta, cómo se elabora la lana, cómo se seca la semilla, cómo se la dibuja; se nos dice, la flor de mora da este color, la ñakcha sisa este otro, la flor de tilo aquel, etc.
En la agricultura cuando se nos dice se siembra en esta fecha, es en está luna, se pide permiso a la pachita, se pone chichita de esta manera, se mira a la araña que va cargadita su maleta que produzca bastante, se pone la semilla cuando hay humedad, se deshierba en esta época, se palonea en esta otra fecha o aquella, es parte de ese compartir.
En la alimentación para elaborar el pan, las coladitas, las comidas, la elaboración de la chicha, el adobo de las carnes tienen sus secretos familiares, como se pela el mote, como se calienta el maíz, como se los guarda que no entre los gorgojos, como se mantiene las papas para que no se pudran, como poner la hoja de maíz para que aguante para dar de comer a los animales, qué hojitas de hierbas poner en los dulces.
En los bordados nos enseñan que está es la flor del taxo, la flor de zapallo, la flor de arveja, la ñakcha sisa, flor de maíz, de fréjol, de haba, sus vainas, donde va cada una si en la blusa o en el anaco, que significado tienen los colores, que representa, cuándo es para una niña, señorita, soltera o casada, cuáles son para los hombres.
En lo concerniente a las lluvias a pesar del tiempo, nos dicen ya pasan los pajaritos amarillos ya va a llover, mira el cielo que viene granizo, ya viene el cordonazo.
Con las aves nos dicen ahí está el huiracchuro parece que va a morir alguien, el pechirrojo vas a tener suerte; siempre dan su significado en relación con la naturaleza. A veces nos dicen mira los trompitos del eucalipto ahí está la cruz andina, mira la forma de los piki yuyos, mira la construcción de las casas, de las tejas ahí hay formas andinas, ahí hay ollitas, mira las figuras de la cerámica que se encuentra y nos dan sus significados, la fertilidad, la vida, la muerte, la lluvia, etc.
En la festividades nos dicen si te dan una invitación tienes que ir a dejar algo al prioste, si vienen a jochar tienes que apoyar con lo solicitado, hay que ayudar en la cocina, si te cogen para Capitán de disfrazados tienes que ir a buscar a los cabecillas, ir a ver a cada uno de los personajes con mediano, dar de comer a ellos e ir vestido de tal forma, si vas hacer la fiesta tienes que hacer bien, entre otras cosas.
Te definen que no cualquiera puede ser danzante, capitán, capariches, payasos, campios, etc., para cada personaje hay un requisito y un significado, unos colores y unas formas, cómo se las debe llevar, para quién es tal o cuál dependiendo del género y edad.
En cuanto al vestuario te dicen en esta época era tupullina, en está la blusa de encaje, o blusa bordada, en está ya era anaco de tal o cual color para el diario y para la fiesta, en este faldón, de tal o cual color, el significado de los collares, los peinados, la chalinas, sus colores y formas.
En el uso de semillas nos señalan que las semillas del maíz deben ser de los Chillos o de Calacalí para sembrar, el fréjol, arveja debe ser de esta variedad, el maní debe ser el chiquito.
En cuanto a la gente de la comunidad nos dicen quienes son de tal o cual lugar, este es nativo, este no, este apellido es de este sitio, este otro de aquel. Los apodos familiares con los que se les conoce desde hace años, los nombres familiares, sus actividades y parentescos.
Nos hablan sobre las hierbas medicinales nos dicen el orégano es para para el dolor de la barriga, el romero para la cabeza, la ruda para los cólicos, el ashku mi kuna para empachos, la hierba luisa para la presión, la chilca para los dolores de las rodillas, entre otros.
En cuanto a los personajes nos recuerdan a quienes fueron esos grandes líderes, aquellos que asumían las fiestas, la mejor familia como dice, el mejor adobero, pingullo, cortador de leña, el que hacia el pan más rico, el que más convocaba a las mingas, el mejor músico, el mejor orador, la mejor autoridad.
Cuando se iba a coger las guabas, nos señalaban cuales eran las mejores, cuáles estaban maduras, de donde provenían, cómo trajeron las plantas, cuántos años tiene cada árbol.
Esto y más se aprendido de la oralidad, es prudente que los niños y jóvenes no perdamos esa relación con nuestras raíces. Con esto se muestra que es el transcurrir de la vida de nuestros mayores y referentes la que nos enseña lo que va a servir en la vida, para bien o para mal como ellos dirían. Estos son los diálogos de convivencia y permanencia, que son factores de identidad que nos identifica, siendo fundamento individual y colectivo, legados de nuestra memoria.
Bajo estos argumentos, una muestra de que la memoria oral, jamás se olvida por ser parte de nuestro presente y futuro como pueblos.