Fuente: El Comercio / 31/07/2010
Unos 200 empleados del Ministerio de Educación se reunieron ayer para rechazar la denuncia de Gloria Vidal, quien dirige esa Cartera de Estado. La funcionaria responsabilizó al Departamento de Informática de la alteración del sorteo electrónico de los cupos para octavo de básica.
Pero Leonor Morán, presidenta de la Asociación de Empleados, señaló que no está de acuerdo con esa acusación. “La gente piensa que todos los del Ministerio cobran por asignar un cupo. Eso no es cierto”, señaló mientras los demás trabajadores gritaban: “¡Dignidad, dignidad!”.
Criticó la actual estructura del Ministerio y dijo que los funcionarios de carrera no son tomados en cuenta. “No podemos permitir que se nos arrincone, como si la experiencia no tuviera un valor”.
Mientras que Irene Picerno, representante de los docentes que trabajan en esa entidad, señaló que con las denuncias de Vidal, la imagen del Ministerio se ve afectada. “Muchos de ellos (refiriéndose a las autoridades de esa Cartera de Estado, desconocen la realidad de la educación del país”.
En la asamblea, mientras los representantes hablaban, los demás aplaudían y apoyaban.
Mariano Morocho, de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingue (Dineib), criticó el nuevo proceso de inscripción. “Es discriminatorio, atenta contra la Constitución”. Señaló que la Ministra culpa a los funcionarios de que el proceso no funcionara, pero -dijo- “los que toman las decisiones son ellos (las autoridades)”.
En la reunión no estuvo presente Paúl Andrade, uno de los integrantes del Departamento de Informática. Pero el funcionario dijo a este Diario que no hubo tal alteración y que no se cobró por beneficiar a ninguna persona en el sorteo electrónico.
Ayer señaló que en la fase de verificación de los datos pudo hacerse una alteración por parte de los empleados de cada plantel. Los colegios validaban las fichas y para eso debían ingresar al sistema. “Ellos podían, por ejemplo, poner que un estudiante es abanderado”, advirtió Andrade.
Por su parte, Vidal envió un documento a la Asamblea Nacional, en donde incluyó los informes de auditoría. En estos se constata que hubo modificación en las listas de los favorecidos. Además denunció ante la Fiscalía y acusó al Departamento de Informática.
Mientras esta investigación está en marcha, las protestas por que se respeten las listas de los favorecidos en el sorteo del 16 de julio continuaron. Ayer, decenas de padres de los aspirantes a un cupo acudieron a las afueras del Palacio de Gobierno, en Quito.
Otro grupo llegó hasta la Escuela Ciudad de Cuenca, donde se realizaban las inscripciones para el Colegio Simón Bolívar. Mercedes Loachamín, rectora de la institución, explicó que se registró a 26 abanderadas y cinco alumnas con discapacidad, pese al reclamo de algunos padres cuyos hijos ganaron un cupo en el sorteo.
Estos últimos protestaron e incluso estuvieron a punto de enfrentarse con quienes buscaban una plaza. Pero un grupo de 60 policías los reprimió con gas lacrimógeno y hasta con forcejeos.
Así, entre lágrimas e incertidumbre de padres y alumnos, se cerró una semana conflictiva para el sector educativo.