Por: Aymé Quijia Luguaña
Pueblo Kitukara, Comunicadora Social
Septiembre 25 de 2018
Las fiestas tradicionales son manifestaciones culturales propias de cada localidad que tiene similitudes y particularidades que las definen como únicas, ninguna es igual a la otra. Además, cada una de ellas encierra una riqueza patrimonial material e inmaterial en sus procesos preparatorios y de realización, porque tienen elementos, simbologías y manifestaciones culturales, que reflejan la memoria colectiva, la transmisión de saberes, la revalorización y sostenibilidad de la identidad, los imaginarios tradicionales y contemporáneos, el trabajo colectivo y comunitario.
La fiesta tiene contenidos de significación, es un espacio de encuentro, eje integrador de la comunidad, que genera cohesión social, participación, moviliza, dinamiza la localidad, es una representación de personajes, comidas, bebidas, vestuarios, música, símbolos, saberes y conocimientos, herencia tradicional, que genera acontecimiento de regocijo individual, familiar y comunitario. Considerando, también los sincretismos, las formas religiosas y las consideradas paganas que son parten del quehacer comunitario y social que se ve y se vive en ella.
Lo festivo abarca todos los elementos del arte: música, danza, teatro, poesía. Literatura, teatro, artes visuales y fotográficas, la producción, la naturaleza, lo organizativo y lo histórico, conjugados en un todo vivencial.
Las fiestas se definen en las parroquias y comunas en función de su fe, de sus saberes, de sus procesos de producción. En lo religioso están los de los Patronos y Patronas (Santos y Vírgenes), que en su mayoría definen a sus sectores: la Fiesta de la Santísima Virgen de Luz de Chaquishcahuayco de Llano Chico donde se visualiza los guardianes de la Virgen, Santa María Magdalena de Calacalí, San Miguel de Nono, Virgen de El Quinche, San Jerónimo de Píntag, San Francisco de Guayllabamba, Santa Ana y San Joaquín de Nayón, San Miguel de Perucho, San José de Minas, San Juan Bautista de Cumbayá, San Sebastián de Pifo, entre otros. Es importante, destacar que cada parroquia o comuna los tiene, y que también hay otras festividades como: Santos Reyes, San Juan, San Pablo, Corpus Christi, Virgen del Rosario, Fiestas de Niño, Etc.
En función de los procesos de producción y espiritualidad andina están: Raymis.
En función de otras festividades tenemos: Fiesta del cedazo, del morochillo, de la mandarina, la chirimoya, Navidad, Santos Inocentes, de la chicha, entre las más conocidas.
Lo festivo es diverso, en él se hablar de personajes como los capariches que recorrían en las madrugadas las calles de Quito con sus carretillas y escoba de retama o Cumbayá, encargándose de limpiar las calles y aceras; de los Yachacs, sanadores que mediante el uso de la medicina tradicional; los Yumbos, guacos, monos; danzantes personajes indispensables en las fiestas; mayoras, guardianes, sahumeriantes, priostes; diablumas, carishinas, romeriantes, Capitán de disfrazados, banda de pueblo, vacas locas, payasos, morenos, loadora, vaqueras, toreros, osos, domadores, perros, lobos, rucus, sacharunas, soldados, pallas, mayorales, mama tambonero, yumbos blancos, gorilas, militares, policías, mineros, chagras, polleteros, sacharunas, caporales, aruchicos, zanqueros.
Además de elementos como: ashangas, coronas de plumas, cajas, pífano, túnicas, blusas de encajes, turbantes, bateas, medianos, pirotecnias, vestuarios, collares, cintas, flores, frutas, adornos, gallinas, cajas, escobas, pitos.
Comidas como uchucuta, mote, cuy asado, seco de chivo, hornado, chicha, ceviche de palmito, caldo de gallina criolla, papas, caldo de 31, canelazo, Tzhawar mishqui, yawarlocro, chicha huevona, chicha de morocho, chicha de jora.
Referentes simbólicos: minga, jocha, missamantana, pambamesa, hachero, chamizas.
Música y danza: Yumbada, danzantes, grupos musicales andinos, banda de pueblo, bandas mochas, flauteros, arperos y cajoneros, con todo tipo de ritmo.
Esa es la fiesta, la que se vive más allá de las transformaciones, sea o no religiosa, cristiana o pagana es la que nos permite mirarnos, encontrarnos en comunidad y seguir manteniendo ciertos elementos de nuestra identidad. ¡Qué viva las fiestas propias y creadas para mantener nuestros saberes y ser libres.