Por: Carmen Tiupul
Lideresa Kichwa, Puruhá
Foto: Muro autora
Febrero 25 de 2021
Las últimas coyunturas políticas me trasladan a rememorar las experiencias de nuestra vida dirigencial.
Desde mi caminar comunitario, allá por el año 2008, escuchaba fuertemente mencionar con cierto aprecio de parte de muchos dirigentes y líderes históricos del movimiento indígena el nombre de Rafael Correa, «Tayta Rafael», decían. Ya en el 2011, como Presidenta de mi pueblo, participo activamente en el movimiento indígena provincial, regional y nacional. Allí, especialmente en Chimborazo, era una dispersión total. Las dirigencias del movimiento indígena casi llegaron a estar bajo la decisión y dependencia de una o varias autoridades de elección popular.
La memoria de muchos no es frágil. Existían marchas y contra marchas. Aquella plaza Alfaro, de la ciudad de Riobamba, por ejemplo, era el centro de gritos y hasta tomates volaban, que por cierto, uno cayó en mí delante. Era penoso ver y sentir la disputa y división entre indígenas; sin embargo, una parte de líderes seguíamos firmes junto a nuestras bases, a sabiendas que teníamos el poder político y económico en contra. Desde allí ya nos ficharon, así decían algunos amigos, que por su trabajo debían guardar silencio solidarizarse con nuestra lucha.
Recuerdo haber recibido repetidas amenazas en el 2012. En el congreso de la ECUARUNARI, de manera increíble, aquellas personas que aquel día llevaron varios buses repletos de gente de la provincia de Chimborazo hacia Saquisilí, para gritar y hasta golpear a una joven “aparecida” que apoyaba a un mestizo. Hoy estarían de éste el otro lado de la orilla, defendiendo la lucha. Meses después, en el Consejo Nacional Electoral-Chimborazo, intervino la policía, luego llegó la ambulancia para calmar los desmanes que existía entre el grupo de Pachakutik-Alianza País y los denominados “verdaderos” Pachakutik, por la no aceptación de un mestizo como precandidato presidencial por este movimiento político de la Lista 18.
En las Elecciones de 2013, en Chimborazo, se disputa la coordinación de Pachakutik, al punto de llegar a un ring de box. Al final Alianza Paíz ganó y se vio la bandera de Pachakutik remendada con tela de verde flex.
Las Elecciones Seccionales de 2014, se vive una total fanesca electoral. En la mayoría de provincias, especialmente en Chimborazo, muchos “amigos” de Pachakutik decidieron ser candidatos por otros movimientos como Movimiento Creando Oportunidades (CREO), SUMA, ID, AP, PSP, entre otros. Por qué? Sus razones tendrían.
Fácil fue y también lo es ahora, emitir comentarios despectivos entre unos y otros: ¡golpistas!, ¡sanducheros!, ¡vagos!, ¡borregos!, ¡correistas!, ¡lassitas!, ¡kaspi uma!, ¡desocupados!, ¡terroristas!, ¡vándalos! Y muchos otros epítetos. Lo inconcebible resulta que algunos solo repiten u otros que incluso no se dan cuenta que alguna vez formaron parte de ese mismo grupo.
Elevar el nivel de debate, es importante. No se puede dejar que la historia se repita. Es que se haga un análisis de nuestros aciertos y desaciertos. Reconocerlos y desde allí fortalecer el proyecto político, que tantos años de lucha nos ha costado, es prioritario. Lo contrario, seguir dedicados al quehacer político bajo tildándoles de “quien es más traicionero, quien es más luchador, quien es más orgánico, quien es más transparente”, definitivamente, estaremos haciendo que otros sean los ganadores de hoy y de mañana, algo que ya sucedió en el pasado.
Hay diferentes formas de hacer campaña, de continuar en la lucha. No todo está en las cámaras de televisión, en llevar banderas o subirse a una tarima. Amerita reconocer la valentía de todas y todos, a los que están en las calles expresándose de corazón y convicción. Me alegra y motiva sobremanera caminar en comunas, barrios, iglesias y muchos otros espacios organizativos. El escuchar pensamientos y comentarios de hombres, mujeres, de jóvenes y niños que se identifican con el proceso históricos de los pueblos y nacionalidades. Por tanto, la lucha continúa, pero sin perder el rumbo encaminado.
Ratifico mi respeto, tolerancia, y gratitud a toda y a todos, que con su diversidad de pensamiento político, hemos podido sostener nuestros tejidos de amistad. En esa línea va mi compromiso y visión que prevalecerá en todo el tiempo y el espacio.