El Ministerio de Educación ha llamado a un dialogo nacional sobre la calidad educativa y la equidad, esto evidencia que el sistema educativo no está bien y que es urgente tomar correctivos de fondo.
Se evidencia que como resultado de los últimos 10 años de autoritarismo e imposición, las autoridades ministeriales perdieron la capacidad de dialogo y el sentido de la realidad concreta, puesto que esta es mirada solamente por medio de los datos subidos al sistema.
En todo caso nuestro criterio sobre este tema:
El pueblo es el mandante y primer fiscalizador del poder público en ejercicio de los derechos de participación, es en educación donde debe existir la mayor participación, entendida como contar con todas las oportunidades para crecimiento académico y humano de la población, desde y en las diversidades. Las autoridades y funcionarios públicos del Ministerio de Educación no son los propietarios del sistema educativo, sino es responsabilidad del país en su conjunto, por lo tanto todos somos corresponsables, en mérito de lo cual exigimos participar en la educación de nuestros hijos e hijas. Ser partícipes en aspectos tales como: qué aprenden, cómo son evaluados, dónde y en qué condiciones se educan, los conceptos que definen al sistema educativo.
Toda acción legal, administrativa o técnica que realicen las instancias del sector educativo, finalmente deben conducir al mejoramiento de la calidad de los aprendizajes en los estudiantes, ellos son el centro y beneficiarios esenciales del proceso. Los conceptos que guían la definición de calidad educativa están en la Constitución y en la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), entre otros son los siguientes: desarrollo holístico, equidad de género, sentido crítico, desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar, inclusión, interculturalidad, diversidad, desarrollo pleno de las capacidades humanas, desarrollo de habilidades para la investigación, construcción y desarrollo permanente de conocimientos, las identidades culturales, el plurilingüismo, para construir la sociedad del Sumak Kawsay y un país viable para los desafíos del siglo XXI, en el marco de la interculturalidad, la plurinacionalidad y las diversidades.
El cambio educativo requiere de la revisión desde sus conceptos de aspectos tales como los siguientes: el currículo nacional implicando la revisión conceptual y operativa de su estructura curricular, planificación didáctica, estructura de la institución educativa, instrumentos de gestión didáctica, entre otros, para permitir la creación, la innovación la creatividad, la producción y desarrollo de saberes y conocimientos. El desarrollo de facultades para: la toma adecuada y creativa de decisiones, la constancia, perseverancia, el espíritu emprendedor, la conciencia comunitaria, la construcción de soluciones.
La memorización de procesos algorítmicos, la comprensión significacional, la inferenciación de textos o la mecanización de operaciones mentales, son herramientas insuficientes para los desafíos del siglo XXI y para la construcción de la interculturalidad y el estado plurinacional desde los sistemas cosmovisionales de base.
Las instituciones educativas deben ser motor y centro de innovaciones desde los primeros años. Deben convertirse en centros de desarrollo de las ciencias de las culturas del mundo, de los saberes y conocimientos ancestrales de los pueblos y nacionalidades y del desarrollo productivo y cultural en relación con cada entorno geobiológico.
El docente es actor importante en el proceso, por lo que merece todo la consideración, respeto y apoyo, su función principal es apoyar el crecimiento y el desarrollo de la condición humana plena de nuestros hijos e hijas, es hacer acompañamiento cultural afectivo y sensible para el fortalecimiento de las identidades culturales, y construir espacios de amor para el crecimiento socio afectivo. El docente debe tener las oportunidades, libertad y las condiciones para que pueda innovar, crear y producir soluciones.