Por: Sarawi Andrango, Kichwa del pueblo Cayambi
Del virus humano nada bueno se espera
el ser esencial que está prisionero en él, debe ser liberado
para salvar la continuidad
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
La soledad no existe,
caminas ciego más bien
mientras exista una hormiga, el viento, una flor;
nos acompañamos
solo que nos eres capaz de verlos menos aún sentirlos.
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
Las religiones estorban
sus credos señalan al humano como superior
prometiendo el paraíso a costa de diezmos, sumisión, muerte
saquean la paz y armonía del corazón
hay que desprenderse del apego a toda figura externa.
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
La unidad es la debilidad
la existencia armónica necesita de la dualidad
opuestos complementarios para dar equilibrio a la vida
la unión de estos extremos difumina vibraciones
la unidad sobrevive, la dualidad co – existe.
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
La medicina eres tú
toda enfermedad es creada
usada como arma por las transnacionales
te envenenan – te curan; el juego letal
tu alimento, emociones y vibraciones son la medicina real.
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
El tiempo irreal asesina
dicen que no se puede olvidar y tampoco no buscar
el pasado como no se olvida te aprisiona,
el futuro como es incierto te presiona,
de todos los tiempos solo el presente permite vivir libre.
¡Despierta!
Si el humano, no escucha, no ve, no siente, no trasciende
¿para qué existe?
Y si por decir la verdad me cuesta esta vida
agradeceré haber despertado.